•NO HAY AYUDA SINO SOLO CON DIOS
Por: Dennis Wingfield
Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora mientras está cerca. Que los malvados cambien sus caminos y alejen de sí hasta el más mínimo pensamiento de hacer el mal. Que se vuelvan al Señor, para que les tenga misericordia, y a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad. Isaías 55:6-7 El matrimonio Cristiano está siendo lentamente erradicado de nuestra cultura. El matrimonio está disminuyendo, mientras que la cohabitación(Unión libre) va exponencialmente en aumento. El concepto Cristiano del matrimonio – un hombre, una mujer, para toda la vida – está cada vez más bajo ataque. La Suprema Corte de los Estados Unidos, pronto pasará juicio sobre la constitucionalidad de los matrimonios, siendo restringido a la unión entre un hombre y una mujer. ¿Quién va a defender la santidad y la permanencia del matrimonio Cristiano? Quizás tu has sido llamado por un tiempo como este. Sería mucho más fácil encajar con la cultura, pero tu estas siendo llamado a vivir y a hablar la verdad del plan de Dios para los matrimonios. Escuchen la palabra del Señor, ustedes Israelitas, porque el Señor ha presentado cargos en contra de quienes viven en la tierra: “No hay fidelidad, ni amor, ni conocimiento de Dios en la tierra… mi pueblo es destruido por falta de conocimiento.” Oseas 4:1, 6a La personas le han dado la espalda a Dios, buscando su realización personal a expensas de su hogar y sus familias. Vivimos en una sociedad hedonista que promueve el placer sensual como el objetivo más bueno y primario de la vida humana. Matrimonios, familias, esposos, esposas y niños están siendo destruidos en medio de nuestra cultura que ha perdido toda moralidad Cristiana. Sólo Dios puede satisfacer el anhelo más profundo del corazón humano. Ninguna cantidad de posesiones, sexo, drogas, alcohol y búsquedas mundanas van a satisfacer los más profundos deseos de amar y ser amados. La gente perece por falta de conocimiento, de la belleza de la verdad del plan de Dios para la sexualidad humana dentro de los límites del matrimonio Cristiano permanente y fiel.
¿No se dan cuenta de que los que hacen lo malo no heredarán el reino de Dios? No se engañen a sí mismos: Los que se entregan al pecado sexual o rinden culto a ídolos o cometen adulterio o son prostitutos o practican la homosexualidad o son ladrones o avaros o borrachos o insultan o estafan a la gente, ninguno de esos heredará el reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10 Satanás ha atacado tu casa. Tu matrimonio y familia se encuentran en ruinas. ¿A dónde te giras para buscar ayuda y consuelo en el medio de las fuerzas del mal que vienen en tu contra? Busca a Dios con todo tu corazón. Entrégale tu vida a Su amoroso cuidado. Permanece en el Señor, confiando en Su infinita misericordia. Clámale a El para que te salve del pozo de la desesperación. Ora incesantemente para que Dios te dé gracia para pararte por tu matrimonio hasta que El lo sane. No pares de orar, cuando tus oraciones no son respondidas tan rápido como quisieras. Dios está en control. No pierdas la esperanza. Pero tú, Soberano Señor, me ayudas por amor a tu nombre; por la bondad de tu amor, rescátame. Salmo 109:21 Sólo Dios puede tomar los pedazos rotos de nuestro matrimonio y darle forma en algo hermoso. Las Escrituras dicen “que en todas las cosas Dios obra para el bien de aquellos que lo aman, los que han sido llamados de acuerdo a su propósito” (Rm 8: 28). Dios te ha llamado. El oye tus gritos. El quiere que tu matrimonio sea saludable y pleno. Dios usa el matrimonio como la imagen terrenal del amor inquebrantable de Su Hijo por Su novia, la Iglesia (ver Ef 5: 25-32). Si los matrimonios pueden romperse entonces el amor de Cristo por su gente puede romperse. No dudes que Dios quiere matrimonios intactos y sanos. Satanás quiere destruir la imagen del amor de Dios por el mundo. Vuélvete a Dios; nunca pares de buscarlo y de orar a El, porque El va a sanar tu matrimonio y tu familia. Sé persistente y nunca te rindas. Dios está contigo, mi Hermano. El es poderoso para salvar (Isaías 63: 1). Pero en cuanto a mí, pobre y necesitado; que el Señor me tenga en sus pensamientos. Tu eres mi ayudador y mi salvador; tu eres mi Dios, no te demores. Salmo 40:17 Guarda en tu mente que Satanás va a trabajar incesantemente para convencerte de que tus oraciones son inefectivas. El quiere que tu creas que tus oraciones no le importan a Dios. Quiere desanimarte, deprimirte y descorazonarte, pensando que Dios no te ama. Estas son mentiras que el lleva a cabo. Es por esto que la lectura de la Escritura es tan importante. Cuando estás parado en la Palabra de Dios, con el “cinturón de la verdad alrededor de tu cintura” (Ef 6: 14), vas a ser capaz de contrarrestar las mentiras del Maligno. Busqué al Señor, y el me respondió; el me libró de todos mis temores. Salmo 34:4 Siempre debes estar vigilante y listo para exponer los planes del Príncipe de las Tinieblas. Coloca la luz del Evangelio en tu situación; Satanás huye cuando es expuesto a la Luz de Cristo. No permitas que el Maligno te robe tu fe o la poderosa arma de tus oraciones. Cuando estés bajo ataque, dile a satanás que se vaya al Infierno porque tu y tu familia han sido lavados en la salvadora sangre de Jesucristo. Vuelve, Señor, y rescátame; sálvame por tu amor inagotable. Salmo 6:4 John Wesley, el teólogo Metodista del siglo 18, dijo lo siguiente: “Dame un centenar de hombres que no odien nada, más que odien el pecado, que no teman a nada, sólo a Dios, y que no sepan de nada, sólo de Jesucristo y de Su crucifixión, y voy a hacer temblar al mundo.” El mundo necesita una sacudida, mi querido Hermano. El mundo necesita hombres y mujeres santos que sean faros de esperanza y luz en este mundo oscurecido por el pecado. Los matrimonios necesitan ser restaurados para la gloria de Dios. Junto con tu Señor Jesucristo, tu tienes el poder de hacer la diferencia en el mundo. El enemigo va a ser derrotado cuanto te enfoques en Dios, en su poder, en su trabajo en su misericordia y en su plan. El Dios de paz pronto aplastará a Satanás debajo de tus pies. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea contigo. Romanos 16:20
Dios te bendiga, mi Hermano. No pierdas la esperanza porque Dios está contigo.